La vida es como el equilibrista de circo. Cuando eres joven no te da miedo, coges la vara y hacia adelante. A comerte el mundo. Luego, conforme adquieres compromisos la vara pesa más, necesitas que el cable sea más grueso y que haya una red debajo. Pero eso lo haces a costa de renunciar a ciertas libertades y a alguno de tus sueños. Entonces tienes que llegar a un pacto. Un pacto entre lo que eres, lo que siempre has soñado ser y lo que realmente puedes llegar a ser.
lunes, 6 de octubre de 2014
estaciones
Ahora siento el vacío de nuevo. Ahora que de vez en cuando llueve -o al menos lo intenta-. Ahora que el agua ha vuelto. Ahora que el otoño avanza. Ahora que las hojas se acaban. Algunas, para renacer más tarde.
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